HISTORIAL
Real Madrid juvenil
Real Madrid C
Burgos
Mazarrón
Atlético Baleares
Sevilla C (09-10)
Moratalla (10-11)
Brais Lorenzo (Ourense, 1986) fue en su tierna infancia una perla de la cantera del fútbol gallego, hasta el punto de que el Real Madrid tendió sus redes sobre O Couto y se lo llevó en edad juvenil. En la fábrica merengue inició una trayectoria profesional por las veleidosas aguas de la Segunda B, con paradas en el Burgos, Mazarrón, Baleares o Sevilla Atlético, hasta que la gota colmó el vaso en Moratalla. Harto de promesas incumplidas, impagos y denuncias a la AFE, preparó su maleta una vez más y apuntó al Mar del Norte, a Suecia.
Una prueba de una semana dio paso a la firma de su contrato y, desde los primeros días de este mes, el joven ourensano desafía al invierno escandinavo en sus ejercicios de pretemporada con el Ljunskile SK de la Segunda División sueca. «Es un club modesto, pero está en la zona metropolitana de Göteborg y ha estado en la máxima categoría, por lo que su objetivo es el ascenso. Desde que llegué me han tratado muy bien y esperan que los ayude a conseguirlo», aclaraba Brais tras su primera toma de contacto.
En cuanto a las inclemencias de la latitud nórdica, el futbolista se reconoce más cómodo de lo previsto: «Hay mucha nieve y hace bastante frío, con temperaturas bajo cero, pero es distinto al de Galicia, aquí te abrigas y aguantas, en Castro Caldelas hay días que no te sacas el frío de encima». De momento ni siquiera ha pisado el césped del Starke Arvid Arena, sobre el que reposan varios metros de nieve, ya que la fase inicial de la pretemporada se desarrolla en un polideportivo cubierto con campo de superficie artificial.
Todas las instalaciones están cercanas a su nuevo hogar en Göteborg, por lo que Brais valora de modo positivo la infraestructura del club: «Es otro mundo, comparado con la Segunda B española; me han dado todas las facilidades y tanto la directiva como el entrenador me están brindando toda su confianza. Me han asignado el número ocho y estoy ensayando para lanzar todos los balones de la estrategia».
El jugador está ilusionado con su aventura sueca y su pasado en el Real Madrid ya lo ha convertido en un personaje reclamado por la prensa local. El deporte rey lo ha vinculado a la figura del gallego emigrante, todo lo contrario de lo que le sucedió a su padre, Juan Luis, que vistió la elástica rojilla del Club Deportivo Ourense durante más de una década, hasta convertirse en uno de los favoritos de la afición local.
A punto de cumplir 25 años, su vástago forma parte de una estampa balompédica muy distinta, con balones de colores chillones, guantes y camisetas térmicas de cuello alto. Brais ya recorrió campos de media España en su singladura por la categoría de bronce, ahora se ha decidido a ponerle otro acento a su fútbol, con una experiencia muy distinta a todas las demás
Real Madrid C
Burgos
Mazarrón
Atlético Baleares
Sevilla C (09-10)
Moratalla (10-11)
Brais Lorenzo (Ourense, 1986) fue en su tierna infancia una perla de la cantera del fútbol gallego, hasta el punto de que el Real Madrid tendió sus redes sobre O Couto y se lo llevó en edad juvenil. En la fábrica merengue inició una trayectoria profesional por las veleidosas aguas de la Segunda B, con paradas en el Burgos, Mazarrón, Baleares o Sevilla Atlético, hasta que la gota colmó el vaso en Moratalla. Harto de promesas incumplidas, impagos y denuncias a la AFE, preparó su maleta una vez más y apuntó al Mar del Norte, a Suecia.
Una prueba de una semana dio paso a la firma de su contrato y, desde los primeros días de este mes, el joven ourensano desafía al invierno escandinavo en sus ejercicios de pretemporada con el Ljunskile SK de la Segunda División sueca. «Es un club modesto, pero está en la zona metropolitana de Göteborg y ha estado en la máxima categoría, por lo que su objetivo es el ascenso. Desde que llegué me han tratado muy bien y esperan que los ayude a conseguirlo», aclaraba Brais tras su primera toma de contacto.
En cuanto a las inclemencias de la latitud nórdica, el futbolista se reconoce más cómodo de lo previsto: «Hay mucha nieve y hace bastante frío, con temperaturas bajo cero, pero es distinto al de Galicia, aquí te abrigas y aguantas, en Castro Caldelas hay días que no te sacas el frío de encima». De momento ni siquiera ha pisado el césped del Starke Arvid Arena, sobre el que reposan varios metros de nieve, ya que la fase inicial de la pretemporada se desarrolla en un polideportivo cubierto con campo de superficie artificial.
Todas las instalaciones están cercanas a su nuevo hogar en Göteborg, por lo que Brais valora de modo positivo la infraestructura del club: «Es otro mundo, comparado con la Segunda B española; me han dado todas las facilidades y tanto la directiva como el entrenador me están brindando toda su confianza. Me han asignado el número ocho y estoy ensayando para lanzar todos los balones de la estrategia».
El jugador está ilusionado con su aventura sueca y su pasado en el Real Madrid ya lo ha convertido en un personaje reclamado por la prensa local. El deporte rey lo ha vinculado a la figura del gallego emigrante, todo lo contrario de lo que le sucedió a su padre, Juan Luis, que vistió la elástica rojilla del Club Deportivo Ourense durante más de una década, hasta convertirse en uno de los favoritos de la afición local.
A punto de cumplir 25 años, su vástago forma parte de una estampa balompédica muy distinta, con balones de colores chillones, guantes y camisetas térmicas de cuello alto. Brais ya recorrió campos de media España en su singladura por la categoría de bronce, ahora se ha decidido a ponerle otro acento a su fútbol, con una experiencia muy distinta a todas las demás